sexta-feira, 5 de setembro de 2014

Continúa el atropello a los Franciscanos de la Inmaculada

La crueldad y, podríamos decir, virulencia empleada por el Cardenal Braz de Aviz, Prefecto de la Congregación para los religiosos, su segundo, el arzobispo español Rodríguez Carballo (el franciscano que persigue a franciscanos); y el instrumento padre Volpi, nombrado comisario apostólico-político de los Franciscanos de la Inmaculada, se extiende a la rama femenina de este instituto, las inocentes hermanas Franciscanas de la Inmaculada.


Toda la operación es un despropósito desde el inicio. Si el magisterio pontificio deja claro que ambas formas, ordinaria y extraordinaria, se ponen "una al lado de la otra". ¿Qué sentido tiene prohibir la forma extraordinaria de forma continuada a un grupo de católicos como son los Franciscanos de la Inmaculada y los fieles a los que atienden?. Podríamos ir más lejos, el magisterio pontificio reclama para el Vetus Ordo reverencia y respeto; y sin embargo, en un momento en el que florecen vocaciones tradicionales en comunidades y conventos, la Congregación para la Vida Consagrada está regida por religiosos que jamás han mostrado interés ni acercamiento alguno para esta realidad vocacional de la Iglesia, que odian incluso la Misa tradicional.

Esta operación nefasta se extiende ahora a las religiosas Franciscanas de la Inmaculada, con el nombramiento de una Visitadora, Sor Fernanda Barbiero, de las Hermanas de Santa Dorotea; un nombramiento considerado una auténtica provocación, por tratarse de una religiosa "progresista" que en modo alguno puede sintonizar ni comprender a las devotas Franciscanas de la Inmaculada. leer...

Franciscanas de la Inmaculada con San Juan Pablo II.
La fidelidad castigada