terça-feira, 12 de janeiro de 2016

Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él (1 Jn. 4, 16)

Dios es Amor

sagradocorazon

Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él (1 Jn. 4, 16)
Cuando un budista, o un musulmán, o un judío, o un católico dicen que creen en el Amor, ¿creen en lo mismo? ¿Coinciden todos en lo mismo, entienden lo mismo por amor, es el mismo el sentido que dan a la palabra amor? Si Dios es Amor, entonces quien cree en el Amor cree en Dios. Pero, ¿en qué Dios cree el budista, o el judío o el musulmán, o el católico? Evidentemente no en el mismo Dios, no hay lugar a duda en esto. Todos coinciden en ello. Luego, no creemos todos en el mismo Amor, como no creemos en el mismo Dios. ¿Y tú en qué  Dios crees?
Ves la Trinidad si ves el amor, escribió San Agustín. ¿Crees en la Santísima Trinidad amigo budista, musulmán o judío? No. Luego no creéis en el Amor. Porque Dios es Amor, y Uno y Trino.
Cuando un budista, o un musulmán, o un judío, o un católico dicen que creen en el Amor, ¿creen en lo mismo?
¡Qué hermoso diálogo para enseñaros a ti que eres budista, a ti que eres judío y a ti que eres musulmán, que
el verdadero Amor, es el verdadero Amor del  Dios, Uno y Trino, que se ha revelado en Jesucristo!
Porque Nuestro Señor Jesucristo es el único Dios, el único Rey y el único Salvador de la humanidad. Esta es mi fe católica, apostólica y romana, la fe que la tradición de mi Santa Madre Iglesia me ha transmitido. No hay más Dios que Jesucristo, fuera de Él sólo hay, confusión y mentira y muerte. Porque Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Si Él es el Camino, cualquier otro camino es confusión. Si Él  la Verdad, fuera de Él mentira. Si Él es la Vida, fuera de Él, la muerte.
Si Jesucristo es el Camino, no puede haber otro camino que  no sea  Él, porque entonces diríamos que Jesucristo es un camino más. Si Jesucristo es la Verdad, no puede haber otra verdad fuera de Él, pues entonces diríamos que Jesucristo es una verdad como otras. Si Jesucristo es la Vida, no puede haber vida fuera de Él,  porque entonces diríamos que en Jesucristo hay una vida como la hay en otros.
Si Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida, y por tanto al Amor, ¿podré aprender algo fuera de Él? Si así fuera,  sería Dios imperfecto. No sería Todopoderoso, Omnipotente, sin principio ni fin,  Creador de Cielo y Tierra. Sería un Dios con deficiencias. Si alguien pudiera enseñarme algo sobre el Amor que no supiera por la enseñanza de Jesucristo, me estaría hablando de un dios que completaría  a Jesucristo.
Quien ha conocido el Amor  de Dios revelado en Jesucristo, ¿puede callarlo? Quien  ha conocido el Amor de Dios manifestado en la Sagrada Pasión de Nuestro Señor, ¿no desea proclamarlo en alta voz a quienes no lo conocen? ¿Hay Amor más grande y perfecto que Nuestro Señor Jesucristo clavado en la Santa Cruz? ¿Se puede vivir el  Amor en otro lugar que no sea el Calvario? Después de vivir en el Calvario cada día en cada Santo Sacrificio de la Misa, ¿puede venir alguien de otras creencias y decirme qué es el AMOR?
Misericordiosos como el Padre
Así  reza el lema del jubileo de la Misericordia. Dios Padre Todopoderoso ha tenido misericordia con este servidor porque me hizo hijo de la Santa Madre Iglesia por medio del Santo Bautismo. Y no siendo suficiente esta abundante gracia, tuvo la Misericordia de elegirme para el sacerdocio. Si el Padre ha sido así de misericordioso conmigo ¿cómo no lo voy a ser con los demás? Por tanto, os digo a vosotros que sois judíos, musulmanes, budistas…, porque la Misericordia del Padre en mi alma me obliga a ello, que  Dios es sólo Uno y Trino, es la Santísima Trinidad, es el Dios de Jesucristo. Debéis conocerlo, porque Dios es Amor.
Tú que lees estas líneas, quizá hermano sacerdote o fiel, ¿has experimentado el abrazo del Padre? ¿Somos conscientes de él? Cuando el Padre nos abraza jamás podrá olvidarse ese abrazo, porque el abrazo permanece  y se mantiene en el tiempo. No es el abrazo carnal. Es el abrazo de la Santísima Trinidad. Es el abrazo del Padre, el abrazo del Hijo, el abrazo del Espíritu Santo. Es el abrazo que arranca a alma de este mundo, es el abrazo que transforma de tal forma al alma que ya ésta no puede vivir sin sentir la verdadera ternura de Dios, Uno y Trino, en un deseo de pureza y santidad ardientes.
¿Voy a callar los efectos de este abrazo? ¿Y tú vas a callar? ¿No voy a proclamar que Dios es Uno y Trino y que no hay otro Dios? ¿Y tú no vas a proclamar esta misma Verdad? ¿Has sentido de verdaderamente el abrazo de Dios Padre? ¡Entonces no puedes callar!
A ti que eres budista, a ti que eres judío, a ti que eres musulmán, a ti que eres protestante, os quiero decir en amigable diálogo que el Amor es Jesucristo clavado en la Santa Cruz. Que no hay Amor más grande, porque no hay otros Dios fuera de Él. No hay que esperar al Mesías, porque ya ha llegado, es Jesucristo. Tú dices que crees en Dios, ese Dios es Uno y Trino. Tú qué crees en Jesucristo, ese sólo es el que se ofrece en Santo Sacrifico en cada altar católico.
Qué hermoso diálogo con quienes no creen en el Verdadero Dios: Creed en el Amor, en el Amor de Jesucristo, porque Él es el Amor. Dios es amor. Conocedlo. Si lo conocéis lo amareis. Él lo es TODO, porque es el AMOR, es la MISERICORDIA.
Dialogo con vosotros para deciros  que no habéis encontrado el Amor aún. Es Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre, que nació de la Santísima Virgen María, que padeció en tiempos de Poncio Pilato, murió crucificado por la salvación de todos los hombres, resucitó, y nos envió Su Santo Espíritu y está sentado a la diestra de Dios Padre. Él es el AMOR, Él es el único Dios verdadero. Creed en Él.
El mundo alcanzará la paz si se entrega a mi Misericordia.
La paz no está en el diálogo, esto es cosa del mundo que se niega a reconocer la LUZ que ha venido a él, la paz está en esa LUZ que el mundo rechaza, y porque la rechaza hay guerra.
Ave María Purísima.
Padre Juan Manuel Rodríguez de la Rosa