
Mons. Nicolas Bouwet, nuevo Obispo de Tarbes y Lourdes en Francia
Mons. Brouwet sucede así a Mons. Jacques Perrier, cuya renuncia al gobierno pastoral de la diócesis fue aceptada al haber alcanzado el límite de edad de 75 años de acuerdo al canon 401§ 1 del Código de Derecho Canónico.
Mons. Nicolas Bouwet nació el 31 de agosto de 1962 en Suresnes, diócesis de Nanterre. Luego de estudiar historia en la Universidad estatal, ingresó al Pontificio Seminario Francés en Roma.
Estudió filosofía y teología en la Pontificia Universidad Gregoriana. Ingresó luego al Instituto Juan Pablo II obteniendo la licenciatura. Entre 1986 y 1988 estuvo en Jerusalén como "cooperador" (servicio civil) para enseñar francés.
Fue ordenado sacerdote el 27 de junio de 1992. Ha desempeñado, entre otros, los siguientes cargos: vice párroco en Bourg-la-Reine y de Sceaux y Cappellano del Liceo estatal en Saint-Gilles de Bourg-la-Reine; párroco de Saint-Romain y de Notre-Dame-des-Bruyères y decano de Sèvres (1999-2006); delegado diocesano para la formación de seminaristas de Nanterre entre 2003 y 2008.
Párroco de las parroquias Saint-Pierre y Saint Jacques en Neuilly-sur-Seine y profesor de moral y director espiritual en el pre-seminario Maison Madeleine Delbrel (2006-2008). Fue designado Obispo Auxiliar de Nanterre el 11 de abril de 2008 recibiendo la ordenación episcopal el 29 de junio de ese mismo año.
Es miembro del Instituto Saint-Jean (Johannesgemeinschaft) fundado por el teólogo Hans Urs von Balthasar.
http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=36038

inundado por um mistério de luz que é Deus e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora! - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu!