Modificaciones en el Rito de Canonización, por Mons. Guido Marini
El
próximo domingo 21 de octubre se celebrará, en Plaza San Pedro, la canonización
de siete nuevos santos, uno de los acontecimientos importantes del Año de la Fe
que está viviendo la Iglesia. Además, en esta ocasión, el Santo Padre utilizará
por primera vez un nuevo Ritual para las ceremonias de canonización, preparado
por la Oficina para las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice, que realiza
algunas modificaciones al ritual hasta ahora vigente y recupera algunos signos
del antiguo ritual. Presentamos nuestra traducción de la entrevista que Mons.
Guido Marini, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, ha concedido
a L’Osservatore Romano.
***
Entonces, ¿el rito de
canonización ya no se realizará durante la celebración
eucarística?
Exactamente, como ya ha
ocurrido, por otro lado, para los otros ritos: piénsese en el rito del
Resurrexit, el domingo de Pascua; en el consistorio para la creación de nuevos
cardenales, a partir del pasado 18 de febrero; y en la bendición y imposición de
los palios a los arzobispos metropolitanos, en la reciente solemnidad de los
santos Pedro y Pablo.
*
¿Cuál es el motivo de
fondo?
Evitar
que dentro de la celebración eucarística estén presentes elementos que no
pertenecen estrictamente a la misma, manteniendo así intacta la unidad, como es
pedido por la Constitución conciliar sobre la sagrada liturgia Sacrosanctum
Concilium. Además, no es modificada una tradición consolidada sino sólo una
práctica reciente. La canonización es fundamentalmente un acto canónico, en el
cual están involucrados el munus docendi y el munus regendi. El
munus santificandi entra en escena como segundo momento y está
constituido por el acto de culto que sigue a la canonización.
*
En pocas palabras, para decirlo
con el documento del Vaticano II citado por usted, ¿“sana tradición y legítimo
progreso”?
Ciertamente, si bien en este
caso específico la renovación del rito de canonización se inserta en el surco
del camino comenzado por Benedicto XVI en el 2005. Fue entonces que la
Congregación para las Causas de los Santos, con comunicación del 29 de
septiembre, dispuso – luego de las conclusiones del estudio de las razones
teológicas y las exigencias pastorales sobre los ritos de beatificación y
canonización aprobados por el Santo Padre – que la canonización seguiría siendo
presidida por el Pontífice en San Pedro, mientras que la beatificación sería
celebrada por un representante suyo, normalmente el Prefecto de la Congregación
para las Causas de los Santos, en las diócesis interesadas. La canonización, en
efecto, es una sentencia definitiva, con la cual el Sumo Pontífice decreta que
un siervo de Dios, ya incluido entre los beatos, sea insertado en el catálogo de
los santos y se venere en la Iglesia universal con el culto debido a todos los
canonizados. Se trata, por lo tanto, de un acto preceptivo y universal. La
autoridad ejercida por el Papa en la sentencia de la canonización será ahora
todavía más visible a través de algunos elementos rituales.
*
Más allá del cambio de lugar del
Rito, que tendrá lugar enteramente antes del comienzo de la Misa, ¿cuáles son
estos elementos rituales?
En
primer lugar, el triple pedido, durante el cual el cardenal Prefecto de la
Congregación para las Causas de los Santos se dirigirá al Santo Padre para
pedirle que proceda a la canonización de los siete beatos. Es por lo tanto
recuperada, si bien de forma renovada, la antigua tradición según la cual el
Papa reza con insistencia para pedir la ayuda del Señor en la realización del
importante acto. En particular, en respuesta a la segunda petición, él invocará
al Espíritu Santo y, después de tal invocación, será entonado el himno del
Veni Creator. En segundo lugar, el canto del Te Deum, presente en
el Rito de canonización hasta 1969, acompañará la colocación y la veneración de
las reliquias de los nuevos santos.
*
Respecto a la procesión con las
reliquias de los nuevos santos, ¿está prevista alguna otra
modificación?
La
habitual procesión se detendrá brevemente frente al Santo Padre que, así, podrá
venerar las reliquias. Una vez que sean colocadas ante el altar, las reliquias
serán incensadas por el diácono.
*
La revisión del rito de
canonización, como ya los otros ritos, ¿comporta también una
simplificación?
Diría que sí. Y también esto es
un aspecto importante del rito renovado, junto al de su reforma en armónica
continuidad con una tradición ya secular. De este modo es posible realizar el
“esplendor de la noble sencillez” auspiciado por el concilio Vaticano II. Las
Letanías de los santos acompañarán la procesión inicial, resultando anticipadas
respecto a la praxis actual. Ocurría así durante el pontificado de Pío XII, a
partir de 1946. Serán además omitidas las biografías de los nuevos santos por
parte del Prefecto, dado que el Santo Padre, como es costumbre, las presentará
brevemente durante la homilía. No está ya previsto, finalmente, el saludo
personal del Pontífice por parte de los postuladores, que podrán encontrarlo
brevemente después de la Misa, en la sacristía de la basílica Vaticana.
***
Fuente:
L'Osservatore
Romano
Traducción: La Buhardilla de
Jerónimo