Hijos
Míos, vivan en la Santidad; reparen por aquellas almas que no aman la Santidad. Pidan perdón con
vuestras vidas y con sus oraciones por los que no viven en la Santidad.
Hijos
Míos, amen la Santidad; hijos, Míos, y en este tiempo de Gracia y de Misericordia ofrézcanse en
sacrificios vivos. Pidan perdón, reparen, adoren y amen a Jesús por los pecados
de toda la humanidad.
Yo les amo y les bendigo queridos hijos. Prepárense con todas sus fuerzas
para el día de Mañana; ‘Mañana’ serán hijos totales de María como lo fui
Yo también, Su esposo y Su hijo. Gracias, hijos Míos, por sus corazones
dispuestos. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.