Queridos hijos, les amo en mi Corazón Materno.
Escucho vuestros ruegos y súplicas. No se cansen de orar. No alejen
de sus labios ni de su corazón la Santa Oración. El ayuno es muy
importante, también, queridos hijos. Con la oración y el ayuno hay muchas
victorias espirituales. No olviden, hijos, que el ayuno es importante para la
lucha espiritual. En este
combate espiritual, que Mi Ejército está enfrentando, deben ser fortalecidos,
con la oración y el ayuno, con la lectura constante de la Sagrada Escritura,
con la Adoración Eucarística y la Santa Comunión, con la Confesión Sacramental.
Hijos Míos, en la Iglesia de Mi Hijo está lo
necesario para vuestra salvación: los Sacramentos y el perdón de los pecados.
Hijos Míos, estad atentos a Mis palabras que como Buena Madre sólo deseo
conducirlos al Bien, al Bien Eterno, que es Dios. No ignoren Mi llamada. No se separen de mi Corazón
Inmaculado. Les amo y les bendigo. En el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo. Amén.