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Hoy, 5 de septiembre, se celebra la memoria de la Beata Madre Teresa de Calcuta. Además de su reconocido testimonio de santidad, la Madre Teresa dejó como legado a la Iglesia distintas comunidades religiosas. En octubre de 1950, fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad. Entre los años 1963 y 1984, fundó los Hermanos Misioneros de Caridad (1963), la rama contemplativa de las Hermanas (1976), los Hermanos Contemplativos (1979), y los Padres Misioneros de la Caridad (1984).
Además de las comunidades de vida religiosa, la Madre Teresa fundó también la obra de los Colaboradores de la Madre Teresa y los Colaboradores Enfermos y Sufrientes. A estos últimos, les escribió la siguiente carta el 9 de marzo de 1955.
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Mis muy queridos Hermanos y Hermanas,
Hace mucho tiempo que quiero escribir y cada vez sale el correo sin que lo haya hecho. Pero estén seguros de que cada una de nosotras reclama su amor ante el Trono de Dios y que allí cada día les ofrecemos a ustedes o mejor aún nos ofrecemos mutuamente a Cristo por las almas. Nosotros, Misioneros de la Caridad, qué agradecidos debemos estar – ustedes de sufrir y nosotras de trabajar. Completamos uno en otro lo que falta en Cristo. Qué hermosa vocación la nuestra, ser portadores del amor de Cristo en los barrios más miserables. Su vida de sacrificio es el cáliz, o más bien nuestros votos son el cáliz y sus sufrimientos y nuestro trabajo el vino, la hostia inmaculada. Juntos permanecemos sosteniendo el mismo cáliz y así con los Ángeles adoradores saciamos Su Sed ardiente por las almas.
Mis muy queridos hijos, amemos a Jesús con todo nuestro corazón y con toda nuestra alma. Llevémosle muchas almas. Sigan sonriendo. Sonrían a Jesús en sus sufrimientos, pues para ser verdaderos misioneros de la caridad deben ser víctimas alegres. Qué feliz soy de tenerlos a todos ustedes. Ustedes me pertenecen tanto como cada Hermana aquí me pertenece, y a menudo cuando el trabajo es muy duro pienso en cada uno de ustedes y le digo a Dios: mira a mis hijos sufrientes y por su amor bendice esta obra, y eso funciona inmediatamente. Como ustedes ven, son nuestro tesoro, la fuente de energía de las Misioneras de la Caridad.
Recen por mí, mis “otros yo”, y sigan sonriendo por Jesús y por mí.
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Tomado de “Ven, sé mi luz. Las Cartas privadas de la Santa de Calcuta”, de Brian Kolodiejchuk, M.C.
fonte;la huhardilla de jeronimo