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Aprender a celebrar la Misa
Tridentina |
CEREMONIAS DE LA MISA REZADA SEGUN EL RITO ROMANO en su
FORMA EXTRAORDINARIA
POR UN SACERDOTE DE LA FRATERNIDAD SACERDOTAL
SAN PEDRO (FSSP)
CUM PERMISSU SUPERIORUM Datum ex aedibus
Fraternitatis Sacerdotalis Sancti Petri Friburgi Helvetiae, die 19 mensis
Septembris, A.D. 2007 Dr. Patrick du FAY de CHOISINET Vicarius
generalis
INTRODUCCIÓN
Omnia autem honeste et
secundum ordinem fiant ( I Cor. 14, 40 )
La celebración de la
santa Misa según el rito romano en su forma extraordinaria no es algo que pueda
improvisarse. Si se ha alabado con frecuencia el enriquecimiento aportado al
misal romano por la reforma de Paulo VI en lo que concierne al número de
lecturas y oraciones, también es cierto que el misal romano anterior a dicha
reforma es mucho más rico en lo que concierne a los gestos rituales,
determinados en lo esencial tanto por el ritus servandus in celebratione Missae
como por el Ordo Missae contenidos en dicho misal.
Para aquellos
sacerdotes que deseen beneficiar de la posibilidad de celebrar según dicha forma
del rito romano, de acuerdo con lo establecido por S.S. el Papa Benedicto XVI en
el motu proprio Summorum Pontificum, se impone pues un aprendizaje y un
“entrenamiento” si quieren celebrar con el mayor fruto posible.
Las
páginas que siguen se dirigen por tanto, de manera principal, a los sacerdotes
de lengua española que desean disponer de una “guía” para prepararse
convenientemente a la celebración litúrgica. Espero, sin embargo, que ellas sean
útiles también a los fieles laicos interesados en la práctica litúrgica así como
a aquellos que, en los seminarios, se preparan para llegar al
sacerdocio.
La finalidad que he perseguido redactando este texto ha sido
la de ofrecer un compendio de reglas eminentemente prácticas. Es evidente que
cada uno de los ritos y cada una de las oraciones que vamos a enumerar en las
páginas que siguen, tienen una interesantísima historia, la mayor parte de las
veces más que milenaria, y una profunda significación mística y espiritual. Sin
embargo es obvio que el carácter y la extensión de este trabajo me impiden
adentrarme por esos horizontes casi infinitos.
No se desanime el lector
si una primera lectura le deja la impresión de quedar abrumado por tantas reglas
y tantos detalles. La mejor manera de sacar fruto de este texto es la de irlo
leyendo por partes, tratando cada vez de comprender y retener todos los detalles
para, inmediatamente después, ponerlos en práctica. No dude pues el sacerdote en
« ensayar » las diferentes partes de la misa. A fuerza de repetir los mismos
movimientos, un hábito termina por crearse, un cierto “automatismo” que hará que
los movimientos y los gestos que al principio parecían complicados y arduos de
aprender terminen siendo como naturales. En efecto, la naturalidad en la
celebración es la finalidad de todo el aprendizaje. “Hay que conocer
perfectamente las rúbricas para poder desembarazarse de ellas”. Así expresaba un
sacerdote, de forma “castiza”, la misma idea.
La naturalidad en la
celebración se opone a la improvisación. El sacerdote que llega ante el altar
sin preparación práctica corre el riesgo de sentirse tremendamente embarazado.
Cosas que a primera vista parecen evidentes no lo son tanto cuando se ven más de
cerca. ¿Cómo pongo las manos? ¿Donde pongo el cáliz? ¿Qué hago con el corporal?
etc. Un previo entrenamiento teórico y práctico (sobre todo si puede hacerse
bajo la dirección de alguien experimentado) aportará al sacerdote la pericia
necesaria para ejecutar las ceremonias del culto sin embarazo ni improvisación.
Tengamos en cuenta que las reglas litúrgicas son en su gran mayoría el fruto de
la experiencia centenaria e incluso milenaria de las generaciones que nos
precedieron. ¿Por qué no aprovechar un tal tesoro de experiencia, que la Iglesia
ha atesorado durante siglos y que ahora nos ofrece?
Escritas con algo de
prisa, en la intención de difundirlas con ocasión de la entrada en vigor del
motu proprio Summorum Pontificum, es bien probable que encierren estas páginas
errores u omisiones, por los cuales me disculpo de antemano y pido al amable
lector de ponerme al corriente de ellos, si buenamente puede. El
autor.
ÍNDICE
I. LAS CEREMONIAS DE LA MISA
REZADA
II. PARTICULARIDADES DE LA MISA DE
REQUIEM
III. MODO DE SERVIR (AYUDAR) LA MISA REZADA
*
* * * * * * * * * * *
NOTA Lo esencial de este trabajo proviene
del Ritus servandus y del Ordo Missae del Missale Romanum edición de 1962 así
como de múltiples decretos de la S.C. de ritos. Sin embargo cantidad de
precisiones y de detalles han sido extraídos de las obras de eminentes
rubricistas como Baldeschi, Merati, de Herdt, Mach-Ferreres, Haegy y otros. No
he citado las fuentes en cada ocasión para no volver la lectura demasiado
trabajosa y porque además este trabajo no tiene ninguna pretensión
“científica”.
Consulte al P. Pedro
Rgz. Ocampo acerca de la Misa Tridentina
Videos explicativos de cómo celebrar la Misa Tridentina
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