quinta-feira, 15 de abril de 2010

El Cardenal Antonio Cañizares inaugura el Congreso Mundial en homenaje a Juan Pablo II en la UCAM

Escrito por Ecclesia Digital   
jueves, 15 de abril de 2010


Las autoridades eclesiásticas presentes en el Congreso manifiestan su apoyo y adhesión a Benedicto XVI en nombre de la Iglesia de Cartagena
Cristina Abbad.
“No tengáis miedo, abridle las puertas de par en par a Cristo”. Cinco años después de su muerte, estas palabras de Juan Pablo II que “despertaron del sueño a un mundo medio dormido” continúan grabadas en el corazón de tantas personas, como bien recordó ayer el Obispo de la diócesis de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, en la apertura del Congreso Mundial Universitario que celebra la Universidad Católica San Antonio de Murcia hasta el domingo 18 de abril.

Según han informado las fuentes de la Universidad, diecisiete cardenales participarán en este encuentro, junto a otros arzobispos, obispos y expertos en la figura de Juan Pablo II. Presidido por el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el Cardenal Antonio Cañizares, el acto de inauguración se desarrolló en el Templo de los Jerónimos y contó además con la intervención del Presidente de la UCAM, D. José Luis Mendoza y el Obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes.

Mendoza manifestó su adhesión al Santo Padre, señalando que la Universidad es un “instrumento de servicio para la sociedad y bien para toda la Iglesia”. Mons. Lorca Planes remarcó que “el ministerio de Juan Pablo II es el de un apóstol que nos ha dado a entender la primacía de la Evangelización”. El Obispo de Cartagena animó a seguir el ejemplo de Juan Pablo II de formarse en la “escuela de María”: “mediante ese compromiso con Cristo, aprenderéis a darle el primer lugar de vuestra vida”. Finalmente, D. José Manuel Lorca quiso expresar su total adhesión personal y de toda la Iglesia de Cartagena a Benedicto XVI: “En esta Iglesia estamos con Pedro, estamos con el Papa”- aseveró.

El Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos indicó que en Cristo está la esperanza y el futuro en esta época difícil en la que nos encontramos. “Necesitamos el testimonio y la luz que nos dejó Juan Pablo II”- apuntó. Así, añadió que “debemos aprender a no tener miedo, a redescubrir un espíritu de esperanza y confianza”, como lo hizo Juan Pablo II. También el Cardenal Antonio Cañizares quiso manifestar su comunión plena con el Vicario de Cristo: “Que Dios fortalezca a Benedicto XVI con su Espíritu y Sabiduría”.

La conferencia inaugural estuvo a cargo del Cardenal Zenon Grocholewski, Prefecto de la Congregación para la Educación Católica, bajo el título `La clave hermenéutica del fascinante mosaico de la personalidad de Juan Pablo II´. El Cardenal afirmó que “cada uno de los aspectos específicos, religiosos, pastorales, doctrinales, académicos, culturales y sociales, presentes en su pontificado, reflejan indudablemente su grandeza”. Explicó que “su cautivadora personalidad se manifiesta más claramente cuando contemplamos la totalidad de sus logros y cuando percibimos, en una sola mirada, la enorme riqueza, la impactante armonía y la coherencia de las distintas dimensiones de las que se compone el deslumbrante mosaico de su extraordinaria vida”. Grocholewski resaltó que Juan Pablo II “no se buscaba a sí mismo, ni aplausos o reconocimientos, sino que servía únicamente a la Verdad”. “Totus tuus”, “lo dio todo en sí mismo”- precisó. Destacó la valentía que le acompañó siempre – tanto en los momentos fuertes como los de dolor-; así como su obediencia sin límites a la voluntad de Dios. Con todo, alegó que “el elemento que hace más vivo este mosaico en su dinamismo es la unión con Dios a través de la oración”. “Ésta es la verdadera fuente de la riqueza de su personalidad y la formidable actividad apostólica”- atestiguó.

Posteriormente, intervino D. Joaquín Navarro Valls, ex portavoz de Juan Pablo II, Presidente del Consejo Asesor de la Universidad Campus Biomédico de Roma. La ponencia se tituló “Juan Pablo II, un Papa que interpela al mundo contemporáneo”. Navarro Valls afirmó que la labor diplomática del Papa eslavo, puede perfectamente definirse como verdadera diplomacia de la virtud. “Un Papa, y en particular Juan Pablo II, actúa como embajador de Dios en el mundo y le permite de este modo actuar en la historia”. “Quiero poner de manifiesto la firmeza y la coherencia de Juan Pablo II en relación con la injusticia que supuso la división en Europa tras la II Guerra Mundial. Tras la afirmación, una Europa única del Atlántico a los Urales, existe una realidad profunda e íntimamente ligada a los Derechos Humanos. La voz del Papa traspasó la
cortina de acero y penetró en el corazón de cada hombre”- explicó.

La última intervención de la mañana, correspondió al Cardenal Julián Herranz, Presidente Emérito del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos, que versó sobre la Libertad y la Verdad en Juan Pablo II. Herranz destacó que “el mayor record del Papa polaco, fundamento de todos los demás, lo constituyen las incontables horas que pasó a lo largo de su vida y de su pontificado ante el Santísimo Sacramento, hablando con su amor, con Cristo, de las cosas de la Iglesia, y de sus hijos, las almas”. Así, contó que fue gracias a esto por lo que batió incontables record a lo largo de una dilatada actuación basada en ese respeto a la libertad, a la verdad y a la dignidad de las personas que caracterizó su diplomacia y que se ha visto continuada en la trayectoria de Su Santidad el Papa Benedicto XVI.


Lorca Planes bendice la escultura de Juan Pablo II

A continuación, el Obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, bendijo la escultura de Juan Pablo II, realizada por el escultor salmantino Venancio Blanco, representante del los artistas para el Jubileo del año 2000 ante Su Santidad. Esta obra se ubica en la plaza principal de acceso al Monasterio de los Jerónimos. Venancio Blanco ha declarado que “la jornada de hoy constituye sin duda un día de amistad con un hombre de valores como fue el Papa Juan Pablo II. La escultura que le representa, expresa sin duda su condición de hombre bueno y valiente, y expresa asimismo la belleza que siempre le acompañó como premio a su entrega a Dios y a los demás”.



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