terça-feira, 11 de junho de 2013

DEL SANTO SACRIFICIO DE LA MISA, POR SAN PEDRO JULIÁN EYMARD

Desde STAT VERITAS

Fragmento de "Obras Eucarísticas de San Pedro Julián Eymard"

III

PARTICIPAR todos los días en la santa Misa. Ello atrae las bendiciones del cielo para el día. Oyéndola cumpliréis mejor todos vuestros deberes y os veréis más fuertes para llevar la cruz de cada día. La misa es el acto más santo de toda la religión; nada tan glorioso para Dios ni tan provechoso para vuestra alma como el oírla con piedad y con frecuencia. Esta es la devoción privilegiada de los santos.

La misa encierra todo el valor del sacrificio de la cruz, que aplica a cada uno: uno mismo es el sacrificio del calvario y el del altar, iguales la víctima y el sacerdote, Jesucristo, que también en el altar se inmola de un modo real y eficaz, aunque incruentamente. ¡Ah! Si después de la consagración os fuese dado ver en toda su realidad el misterio del altar, vierais a Jesucristo en cruz, ofreciendo al Padre sus llagas, su sangre y su muerte para salvación vuestra y la del mundo. Vierais cómo los ángeles se postran alrededor del altar asombrados y casi espantados ante lo que se ama a criaturas indiferentes o ingratas. Oyerais al Padre celestial deciros como en el Tabor contemplando a su Hijo: "Este es mi Hijo muy amado y el objeto de mis complacencias; adorad y servidle de todo vuestro corazón."

La Santa Misa es la renovación incruenta del Sacrificio de Cristo en la Cruz LER...