Desde STAT VERITAS
Fragmento de "Obras Eucarísticas de San Pedro Julián Eymard"
Fragmento de "Obras Eucarísticas de San Pedro Julián Eymard"
III
PARTICIPAR todos los días en la
santa Misa. Ello atrae las bendiciones del cielo para el día. Oyéndola
cumpliréis mejor todos vuestros deberes y os veréis más fuertes para
llevar la cruz de cada día. La misa es el acto más santo de toda la
religión; nada tan glorioso para Dios ni tan provechoso para vuestra
alma como el oírla con piedad y con frecuencia. Esta es la devoción
privilegiada de los santos.
La misa encierra todo el valor
del sacrificio de la cruz, que aplica a cada uno: uno mismo es el
sacrificio del calvario y el del altar, iguales la víctima y el
sacerdote, Jesucristo, que también en el altar se inmola de un modo
real y eficaz, aunque incruentamente. ¡Ah! Si después de la
consagración os fuese dado ver en toda su realidad el misterio del
altar, vierais a Jesucristo en cruz, ofreciendo al Padre sus llagas, su
sangre y su muerte para salvación vuestra y la del mundo. Vierais cómo
los ángeles se postran alrededor del altar asombrados y casi
espantados ante lo que se ama a criaturas indiferentes o ingratas.
Oyerais al Padre celestial deciros como en el Tabor contemplando a su
Hijo: "Este es mi Hijo muy amado y el objeto de mis complacencias;
adorad y servidle de todo vuestro corazón."
La Santa Misa es la renovación incruenta del Sacrificio de Cristo en la Cruz LER...