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Ofrecemos nuestra traducción del artículo publicado por el vaticanista Andrea Bevilacqua sobre el nombramiento, aparentemente cercano, del nuevo Prefecto de la Congregación para los Obispos, cargo de gran importancia en el gobierno de la Curia Romana.
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Será en las próximas semanas, ciertamente no antes de fin de enero, que llegará el nombramiento más esperado del otro lado del Tíber. El del nuevo prefecto de la Congregación para los Obispos.
De hecho, el cardenal Giovanni Battista Re, actual prefecto, cumple 76 años el próximo 30 de enero y parece totalmente dispuesto a dejar. Algunas semanas atrás, el nombre de su sucesor fue sugerido por el Corriere della Sera que escribía que estaba en pole position el nombre del actual nuncio en Italia, monseñor Giuseppe Bertello. ¿Será realmente el titular de la prestigiosa nunciatura de Via Po quien tome una de las congregaciones más estratégicas del Vaticano? Difícil responder. También porque los movimientos en acto no son pocos. Entre otros, debe hacer frente al ascenso cada vez más imparable de un cardenal que el Papa estima mucho: el arzobispo de Sidney, cardenal George Pell. Dotado de buenos conocimientos en el campo de las relaciones internacionales, tiene el defecto de conocer muy poco la realidad italiana. Si no va a los Obispos, Pell será enviado a un lugar destacado dentro de la curia romana.
Son muchos los jefes de dicasterio que, en el 2010, entrarán en la edad de renuncia. Pero es difícil, si no imposible, hacer una hipótesis sobre quién irá a sustituirlos. Lo cierto es que el 2010 es el año de los cambios decisivos en congregaciones de relieve: además de la de los Obispos, está la Congregación de los religiosos, guiada por el cardenal Franc Rodé; la del Clero, guiada por el cardenal Claudio Hummes; el Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, guiado por Walter Kasper; el Pontificio Consejo Cor Unum, guiado por el cardenal Paul Josef Cordes y, finalmente, está también la Congregación de Propaganda Fide. Aquí, aunque el prefecto indio Ivan Dias no ha llegado aún a la edad de renuncia, de todos modos se habla de un cambio. Y parece que el sucesor de Dias podría ser Pell, en el caso de que no vaya a Obispos. Pero no se debe excluir que el Papa quiera dejar a Dias en su puesto hasta que haya cumplido 75 años.
En definitiva, el único seguro en su propio puesto es el Secretario de Estado Tarcisio Bertone, desde hace poco con 75 años. No será fácil para él gestionar junto al Papa un año de nombramientos tan importantes. Están las diversas áreas geográficas de las diócesis para no decepcionar. Ratzinger, entre otras cosas, está muy atento a todo, incluso si hay un dato que debe recordarse: muchísimos de los nombramientos de su pontificado han concernido a sacerdotes y monseñores que, en el pasado, trabajaron junto a él en la Doctrina de la Fe. Puede pensarse en el prefecto de los Santos, Angelo Amato, en el presidente de la Salud, Zygmunt Zimowski, y en el secretario del mismo ex Santo Oficio, padre Ladaria. Benedicto XVI difícilmente promueve personas de las que no se fía y, para el 2010, parece estar dispuesto a insistir en estos leit motiv. El Papa escuchará el parecer de todos pero se fiará sólo de sí mismo.
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Fuente: Il blog degli amici di Papa Ratzinger
Traducción: La buhardilla de Jerónimo
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