23/02/10 Son muchos los seguidores del Camino Neocatecumenal que desconocen el contendio de la carta remitida por el Papa a sus iniciadores, a través del que fuera prefecto para la Congregación del Culto Divino y para la Disciplina de los Sacramentos, monseñor Francis Arinze, predecesor del español Antonio Cañizares.
Por esa razón, SECTOR CATÓLICO, quiere hoy traer a colación el contenido de esa misiva, con el fin de reivindicar su cumplimiento, más de cuatro años después.
En ella, el Papa afirma: "En la celebración de la Santa Misa, el Camino Neocatecumenal aceptará y seguirá los libros litúrgicos aprobados por la Iglesia, sin omitir ni añadir nada".
Y sobre uno de los puntos más polémicos o menos aceptados por los catequistas, el de la Sagrada Comunión, la misiva es muy clara al respecto: "Sobre el modo de recibir la Santa Comunión, se da al Camino Neocatecumenal un tiempo de transición (no más de dos años) para pasar del modo actual de recibir la Santa Comunión en sus comunidades (sentados, alrededor de una mesa preparada en el centro de la Iglesia en lugar del altar dedicado en el presbiterio) al modo normal para toda la Iglesia de recibir la Santa Comunión. Esto significa que el Camino Neocatecumenal debe caminar hacia el modo previsto en los libros litúrgicos para la distribución del Cuerpo y de la Sangre de Cristo".
Por tanto, ¿a qué esperan los responsables del Camino para obedecer? ¿Pueden sus estatutos estar por encima de las normas canónicas de la Iglesia latina? ¿Pueden sus sacerdotes seguir inventándose las palabras de la consagración en la Misa? Si el Camino no obedece, lo único que hace, en el fondo, es desacreditarse a sí mismo y deja pues de ser lo que, en realidad pretende, "un camino de evangelización al servicio de los obispos". ¿Cómo es esto planteable, si ni siquiera obedecen las indicaciones del obispo de Roma?
fonte:sector católico
Por esa razón, SECTOR CATÓLICO, quiere hoy traer a colación el contenido de esa misiva, con el fin de reivindicar su cumplimiento, más de cuatro años después.
En ella, el Papa afirma: "En la celebración de la Santa Misa, el Camino Neocatecumenal aceptará y seguirá los libros litúrgicos aprobados por la Iglesia, sin omitir ni añadir nada".
Y sobre uno de los puntos más polémicos o menos aceptados por los catequistas, el de la Sagrada Comunión, la misiva es muy clara al respecto: "Sobre el modo de recibir la Santa Comunión, se da al Camino Neocatecumenal un tiempo de transición (no más de dos años) para pasar del modo actual de recibir la Santa Comunión en sus comunidades (sentados, alrededor de una mesa preparada en el centro de la Iglesia en lugar del altar dedicado en el presbiterio) al modo normal para toda la Iglesia de recibir la Santa Comunión. Esto significa que el Camino Neocatecumenal debe caminar hacia el modo previsto en los libros litúrgicos para la distribución del Cuerpo y de la Sangre de Cristo".
Por tanto, ¿a qué esperan los responsables del Camino para obedecer? ¿Pueden sus estatutos estar por encima de las normas canónicas de la Iglesia latina? ¿Pueden sus sacerdotes seguir inventándose las palabras de la consagración en la Misa? Si el Camino no obedece, lo único que hace, en el fondo, es desacreditarse a sí mismo y deja pues de ser lo que, en realidad pretende, "un camino de evangelización al servicio de los obispos". ¿Cómo es esto planteable, si ni siquiera obedecen las indicaciones del obispo de Roma?
fonte:sector católico