Lo que sabíamos primero por adelantos de periodistas especializados y luego por el propio cardenal Burke se oficializó ayer:
El Santo Padre ha nombrado Patrono de la Soberana Orden Militar de Malta al Eminentísmo Cardenal Raymond Leo Burke, hasta ahora Prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica.
Con este último despido, Burke ha quedado relevado de todas función "ejecutiva" en la Curia Romana, ya que anteriormente había sido despedido por Francisco de sus responsabilidades como miembro de la Congregación para los Obispos; desde la cual pudo influir en la designación de los ordinarios del mundo entero.
Este triste acontecimiento ya anunciado, que según Rorate Caeli no tiene antecedentes en los tiempos modernos, va en línea con otras medidas del actual pontificado que no puede ser visto sino en confrontación con el anterior.
Se ve que a Francisco no le interesa un Senador enamorado de la misa tradicional, que confronta claramente con el mundo rechazando la agenda de homosexualidad, adulterio y aborto que éste quiere imponerle a la Iglesia, y que no tiene pelos en la lengua para decir la verdad, por más políticamente incorrecta que sea.
Es decir, si no conociéramos a Bergoglio ni lo que está haciendo, la expulsión de Burke sería suficiente para saber su programa de gobierno.
Hay quien cree que, además de todo lo que el cardenal, representa y que viene a ser condenado implícitamente con su despido, su alejamiento posibilitará la política de "divorcio express" que se anuncia desde Roma. No lo vemos firmando nulidades a destajo si es que eas fuera la intención que se tiene.
Hace poco, durante la entrevista en la que anunció su retiro y que también publicamos en este Blog, se le preguntó a Burke si creía que su despido guardaba relación con su posición en el Sínodo:
Veremos si ahora, con su expulsión confirmada, considera prudente decir qué piensa acerca de las causas.
BuzzFeed News: Quisiera preguntarle por los informes que indican que Ud. será removido de la Signatura. ¿Qué mensaje se está mandando con este acto? ¿Cree que lo despide por la forma directa conque ha tratado todos estos temas (se refiere a los problemas del Sínodo)?
Cardenal Burke: Obviamente estoy al tanto de los rumores, pero la dificultad para contestarle reside en que aún no he recibido oficialmente la comunicación de mi traslado. Quiero decir, se me ha dicho que seré transferido a una nueva posición, pero hasta que no tenga la comunicación en mis manos es difícil para mí hablar sobre esto. No puedo comentar libremente el por qué pienso que esto vaya a pasar.
Veremos si ahora, con su expulsión confirmada, considera prudente decir qué piensa acerca de las causas.
Se va con él una de las promesas de la Iglesia. Quizá su retiro sea el mejor lugar para esperar el próximo cónclave... si hubiera.