Saludos Hermano en Cristo,
El pasado 12 de Octubre, la Virgen nos dijo cómo era su deseo, y el de su Hijo, que se renovara la consagración de España y el mundo entero al Corazón de Jesús el día de Cristo Rey (23 Nov).
Así mismo, estamos extendiendo la noticia tanto como podemos.
Nosotros iremos al Cerro de los Ángeles donde celebraremos la Santa Misa solemne a las 13h y seguidamente se expondrá el Santísimo, hasta las 17:30h, como acto de reparación, donde entre las oraciones y rosarios, se renovará dicha consagración.
Al ser Domingo, lo que le decimos a los sacerdotes interesados es que pueden hacer esa renovación en sus parroquias, pues lo importante es la unión de muchos en esa consagración, independientemente de donde venga la idea de hacerlo, que en este caso es del Cielo.
Además, hace unos días, en una visión, nuestro instrumento vio cómo los demonios estaban muy furiosos por esa consagración y vio cómo si los fieles estuvieran en gracia (confesados), la consagración adquirirá mayor poder.
Hay otra cosa importante que añadir y es que ese día, por renovar la consagración de España, se gana indulgencia plenaria (con los demás requisitos conocidos) que podemos aplicar para el beneficio de las almas del Purgatorio.
Con esta carta, pongo en su conocimiento la importancia de esta renovación y la posibilidad de extenderlo a sus conocidos
- E senti o espírito inundado por um mistério de luz que é Deus e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora! - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu! (escreve a irmã Lúcia a 3 de janeiro de 1944, em "O Meu Caminho," I, p. 158 – 160 – Carmelo de Coimbra)