sexta-feira, 4 de junho de 2010

El Papa viaja hoy a Chipre, pero antes, anuncia su intención de nombrar al Cura de Ars patrono de todos los sacerdotes

 

04/06/10 Nuevo giro de tuerca de Benedicto XVI al ecumenismo, con la histórica visita que comienza hoy a la isla de Chipre (mientras que Turquía y Grecia continúan disputándose el control del territorio). Sin embargo, el Papa ha anunciado ya su intención de nombrar a san Juan María Vianney, el Cura de Ars, patrono de todos los sacerdotes del mundo, ya que hasta ahora sólo es de los párrocos, coindiciendo así con la finalización del Año Sacerdotal. Un año que ha estado marcado por los escándalos de pederastia que han ido saliendo a la luz pública en diversos países y que han provocado ya la dimisión de varios obispos y la creación de varias comisiones de investigación eclesiásticas con el fin de esclarecer los hechos y ayudar a las víctimas.

Sea como fuere, el anuncio papal contrasta con el actual modelo sacerdotal que se enseña en buena parte de los seminarios del mundo y que poco tiene que ver con el ejercicio del ministerio tal y como lo entendió y ejerció el santo Cura de Ars hace poco más de 100 años. Proponer como intercesor y como modelo a este santo sacerdote es, sin duda, remar contracorriente. ¿Cuántos sacerdotes en la actualidad dedican si quiere una hora al día a atender a los fieles en el confesionario? ¿Cuántos sacerdotes viven preocupados por acrecentar su vida de oración y por vivir intensamente la Santa Misa? ¿Cuántos de esos tienen una claridad de su misión salvífica, cooperando con Cristo con la integridad de su persona y de su vida? ¿Cuántos de ellos viven la mortificación corporal?

El modelo del Cura de Ars no gusta. No gusta a los curas. Es un estilo de vida pobre y austero que busca sólo la gloria de Dios y no la aprobación de los hombres. Sin embargo, los fieles seguimos esperando la recuperación de este estilo de sacerdocio que tanto bien ha hecho a las almas a lo largo de los años y que, por su propia naturaleza, tiende a servir al sacerdocio común, desde la mediación sacramental del Orden. No es pues baladí esta próxima declaración. No.
fonte:sector católico