Santa Misa Tridentina Pontifical y Ordenaciones Sacerdotales en el Rito Romano antiguo por primera vez en más de cuarenta años en la catedral de Chartres (Francia)
En la mañana de ayer, sábado 28 de junio, Víspera de
la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, S. E. Mons. Marc Aillet,
obispo de Bayona, Oloron y Lescat, ofició la solemne Santa Misa Tridentina
Pontifical y confirió el sacramento del Orden Sacerdotal, en el Rito Romano
antiguo, a tres diáconos de la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro, los ya
sacerdotes: P. Jean de Massia, Fssp, P. Olivier de Nedde, Fssp, y P. Thibault
Paris, Fssp. El Rvdo. P. John Berg, Superior de la Fraternidad de San Pedro, fue
presbítero asistente. Es la primera vez que se realiza una ordenación en la
Forma Extraordinaria del Rito Romano en la catedral de Chartres -que actualmente
está siendo restaurada- desde la reforma litúrgica de Pablo VI. A la ceremonia
asistió más de un millar de fieles y también más de un centenar de sacerdotes,
así como el Rvdo. P. Dominique de St-Laumer, Prior de la Fraternidad San Vicente
Ferrer; Dom Louis-Marie, Abad de Barroux; y Dom Corau, Abad de Triors. Las
fotografías fueron publicadas ayer por el Seminario de San Pedro de la FSSP en
Wigratzbad, y he completado este reportaje fotográfico con algunas
fotos más tomadas por D. François N. y la Schola Santa Cecilia.
CATHOLICVS

inundado por um mistério de luz que é Deus e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora! - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu! 

















