segunda-feira, 6 de março de 2017

Jesús En este día clamo a todas las familias. Cuánto lamenta Mi Sagrado Corazón la pérdida de tantas familias.

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28 de Agosto de 2003

Jesús
En este día clamo a todas las familias. Cuánto lamenta Mi Sagrado Corazón la pérdida de tantas familias. Queridos Míos, ahora debemos trabajar juntos para fortalecer el Sacramento del Matrimonio. En este Sacramento Yo coloqué los fundamentos de la familia. Siempre ha habido casos en los que una familia está sin uno de los padres. En ocasiones esto puede llegar a ser Mi voluntad, como cuando muere uno de ellos. Tengo Mis razones para permitir que así suceda. Pero en la mayoría de los casos, Mi voluntad es que sea un hombre y una mujer los que estén unidos en santo matrimonio para que puedan procrear hijos.
Mis queridos hijos, tengo muchas razones para estructurar sus vidas de esta manera, y nos tomaría mucho tiempo hablar de ello. Quiero iniciar esta lección sobre las familias diciéndoles que Mi voluntad al respecto no ha cambiado. Su mundo les ha hecho creer que ambos padres no son necesarios. Hijos, este no es el caso. Un padre le da una cierta formación a una familia que la madre no puede dar, y la madre a su vez le proporciona a una familia aquello que  el padre no está diseñado para dar. Yo entiendo todo.
Como Dios, no requiero explicaciones. Hoy en día son muchos los casos en que uno de los padres se ve forzado a aceptar toda la responsabilidad. En algunas situaciones, ésta es Mi voluntad y lo permito porque veo que uno de los padres está dañando a los hijos. Ustedes son responsables por la seguridad moral y física de sus hijos, y si sus hijos se encuentran en un medio ambiente en donde están inseguros, Yo les permito desarrimarlos, ya sea dejando a un padre abusivo, o sacando a un niño de cierto lugar donde se esté destruyendo la inocencia del niño. Estoy con ustedes y les daré todo tipo de dirección en este asunto tan delicado.
  Quiero que sus hijos estén protegidos, y Yo les ayudaré a hacerlo. Sin embargo, también hay casos en los que uno de los padres simplemente rehusa su responsabilidad. Estas almas quieren ser como niños ellos mismos y buscan una extensión de su niñez. Queridos, su infancia es un tiempo de formación. Cuando termina, deben entender que Yo espero que dejen las cosas de niños y gasten su tiempo haciendo Mi voluntad. Si les he dado el don de los hijos, cuento con que sabrán tomar la responsabilidad de padres amorosos, pacientes y responsables.
Ese es su santo deber y su deber viene primero. Es de esta manera, cumpliendo con su deber, que obtendrán el cielo. Quiero que la familia esté apoyada. Quiero que cada una de Mis almas se enfoque en su familia y siempre pongan los intereses familiares en primer lugar. Estén atentos a su cónyuge terreno. Consideren su matrimonio como la principal consideración para cada decisión que tomen. Les he dado a su cónyuge para que puedan guiarse uno al otro al Cielo y se ayuden mutuamente a obtener un mayor grado de santidad de la que habrían podido obtener sin la participación en su unión sacramental. Por lo que siempre deben ver su matrimonio como una alianza sagrada, en la cual Yo participo. De hacerlo así, Hijos míos, no tendré más preocupaciones sobre las familias, porque sus hijos serán honrados y amados, como fue Mi designio desde el principio.