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Falleció Caffarra; “¿Yo en contra del Papa? Preferiría que dijeran que tengo una amante”
06 de sep de 2017
El cardenal arzobispo emérito de Bolonia murió a los 79 años de edad. Era uno de los 4 autores de las «dudas» sobre «Amoris laetitia». Afirmó: «¡Nací papista y quiero morirme papista!»
Sucesor de Biffi, guió la diócesis de Bolonia de 2004 a 2015. Falleció hoy el cardenal Carlo Caffarra, a la edad de 79 años, después de una larga enfermedad. Era uno de los cuatro autores de las «dudas» sobre la encíclica «Amoris laetitia» del Papa.
Caffarra, creado cardenal en marzo de 2006 por el Papa Benedicto XVI, fue obispo de Ferrara desde 1995. En diciembre de 2003 fue trasladado por Juan Pablo II a Bolonia, en donde sustituyó al cardenal Giacomo Biffi y en donde tomó posesión a principios de 2004. Permaneció allí durante once años, hasta finales de octubre de 2015.
El purpurado italiano fue también uno de los cuatro autores de las llamadas «dubia» escritas al Papa sobre «Amoris laetitia», la encíclica sobre el matrimonio y la familia. Firmaron además de él las perplejidades sobre las aperturas del documento los cardenales Walter Brandmueller, Raymond Burke y Joachim Meisner, que también acaba de fallecer recientemente.
El arzobispo de Bolonia, monseñor Matteo Zuppi, anunció la muerte de Caffarra a la comunidad religiosa «con el corazón lleno de tristeza». Cafarra, escribió el arzobispo, «sirvió fielmente por toda su vida sin reservas de amor, generosidad e inteligencia».
El arzobispo emérito de Bolonia nació el primero de junio de 1938 en Samboseto di Busseto, en la provincia italiana de Parma, que pertenece a la diócesis de Fidencia. Fue ordenado sacerdote el 2 de julio de 1961 en Samboseto. Prosiguió sus estudios en Roma, en el Pontificio Seminario lombardo. Obtuvo el doctorado en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Gregoriana, con una tesis sobre la finalidad del matrimonio.
Durante sus años como profesor de Teología Moral fundamental en la Facultad Teológica de la Italia septentrional, en Milán, y en el departamento de Ciencias Religiosas de la Universidad del Sagrado Corazón de la misma ciudad, conoció al monseñor Luigi Giussani, fundador de Comunión y Liberación, personalidad fundamental para su vida. También nació una profunda amistad con Divo Barsotti, místico y teólogo.
Durante los años setenta estudió a profundidad los temas del matrimonio, de la familia y de la procreación humana, impulsado porque varias parejas de esposos y novios le pidieron que los introdujera en la visión cristiana del matrimonio. Eran los años de las grandes discusiones que suscitó la encíclica «Humanae vitae» del beato Pablo VI.
En 1980, Juan Pablo II lo nombró como experto en el Sínodo de los Obispos sobre el matrimonio y la familia, y en enero de 1981 le confirió el mandato de fundar y presidir el Pontificio Instituto Juan Pablo II para los Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, en donde dio el curso de Ética de la procreación y los seminarios de Ética general y de Bioética.
El 8 de septiembre de 1995 fue ordenado arzobispo de Ferrara-Comacchio. Recibió la ordenación episcopal en la Catedral de Fidencia el 21 octubre del mismo año, de manos de Biffi, y el 4 de noviembre comenzó su actividad pastoral. Fue presidente de la Conferencia Episcopal de Emilia Romaña.
El 16 de diciembre de 2003, Juan Pablo II lo nombró arzobispo metropolitano de Bolonia, en donde tomó posesión el 15 de febrero de 2004. Dirigió la archidiócesis de Bolonia hasta el 27 de octubre de 2015.
Autor de volúmenes de Teología moral fundamental, también se ocupó de la edición comentada de todas las catequesis que Juan Pablo II dedicó al tema del amor humano.
Benedicto XVI lo creó cardenal durante el Consistorio del 24 de marzo de 2006.
Era miembro de la Congregación para las Causas de los Santos, del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica y miembro honorífico de la Pontificia Academia para la Vida.
Participó en el Cónclave de 2013 que eligió al Papa Francisco.
En octubre de 2014 no usó palabras diplomáticas para responder a los que lo definieron como uno de los adversarios del Papa Francisco, después de haber leído su nombre entre las firmas del libro que criticaba la tesis del cardenal Walter Kasper de una solución «misericordiosa» sobre el tema de los divorciados. «Perdónenme la frase: me habría gustado más que se dijera que el Arzobispo de Bolonia tiene una amante que se diga que su pensamiento es contrario al del Papa», afirmó Caffarra. Porque «si un obispo tiene un pensamiento contrario al del Papa —explicó—, se tiene que ir, pero de verdad se tiene que ir de la diócesis. Porque conduciría a los fieles por un camino que ya no es el de Jesucristo. Entonces, se perdería a sí mismo eternamente y correría el peligro de la pérdida eterna de los fieles».
Ser considerado uno de los adversarios del Papa argentino «es algo que me ha amargado profundamente, porque es una calumnia».
«¡Yo nací papista —concluyó—, he vivido como papista y quiero morir papista!».
fuente: Vatican Insider